martes, 18 de mayo de 2010


Pensando en esta semana del libro que se acerca, recordé aquellos días de mi adolescencia abocados a la lectura de un entrañable libro de Hermann Hesse, "El lobo estepario".
Creo que fue en esos días que me di cuenta que un libro puede ser peligroso, de tan vivo, de tanto que se nos mete en el alma y nos conmueve. Es cierto que en esos días tuve la absoluta certeza de que ese libro cambiaba mi vida para siempre. Y creo que fue así.
En un gesto de generosidad y por querer compartir algo trascendente, le regalé "El lobo estepario" a mi mejor amiga el día de su cumpleaños. Unos dias después, y en un tono de profundo reproche, ella me declaró al teléfono: "-Por tu culpa casi me vuelvo loca".
Soledad